Porque todo nacemos únicos y pocos morimos especiales.
Un pasado en blanco y un futuro por dibujar.
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lunes, 14 de enero de 2013

Nocturno 20 de Chopin

Esa noche sólo deseaba besarte. Era una noche oscura donde tan solo la luna a través de las persianas se reflejaba en el brillo de tus ojos. Creo que habíamos encendido una vela cerca de la mesa. El tango y su pasión hacían un ruido estridente en aquel piso. Sólo deseaba besarte y dejarnos enloquecer por la música de piano. Aunque el sabor de tus labios ya sea lejano, sé que no has podido olvidar mis dientes mordiendo tu boca y yo no recuerdo más que tus besos en la tímida oscuridad y desearte. Encárcelados en la intensidad  de aquel momento, sigo mi vida ignorando qué has intentado durante este tiempo. Siempre serás mio, he robado y sellado el sentimiento que tu aliento desprendía. Fue un beso tan largo aquella noche, que cuando te fuiste ya había amanecido, y todo parecía un sueño cuando cerraste la puerta.

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