Porque todo nacemos únicos y pocos morimos especiales.
Un pasado en blanco y un futuro por dibujar.
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jueves, 24 de junio de 2010

Mi amigo mordía una zapatilla.

Mi amigo mordía una zapatilla.
Ya era el septigentésimo dia de asedio de los alemanes y Stalingrado yacía. El frío nos penetraba por la mordeduras de las zapatillas y el hambre acuziaba y no podia parar de morder. Mi amigo desgarraba una zapatilla. Lo hacía como si se tratase del más suculento de los manjares porque hacia dias que no pobraba bocado. Si tenía fuerzas para caminar por las calles sólo encontraba a niños, mujeres y hombres desolados, casi petrificados en cualquier rincón o dentro de sus desvalijadas casas, sopesando las cualidades nutritivas del esparto. El hielo, aunque transparente, me impedía pensar en la época en la que corríamos felices por las plazas llenas...de vida, y ahora, me dolía porque se congelaban mis lágrimas. Recuerdo todo lo que desprecié, y todo ha vuelto a mi, parece que me desprecia. Sufría. Levantó sus ojos y nunca olvidare esa mirada. Crujía y acariciaba, avergonzada e instintiva. Mi amigo, mordía lo que ya era, una sandalia.

jueves, 3 de junio de 2010

Vetusta no es suficiente

Nunca es suficiente pero démonos un paseo por la ciudad:

La catedral, ¿cuna de mentiras? Quiero pensar que no pero, ¿es quizás taparse los ojos para ver la luz la mayor de las oscuridades? Sé que existe, deseo que lo haga y como los demás sentirme feliz, o al menos parecerlo, pero algo me lo impide y solo espero que no sea ese mi ángel sino mi demonio para que la fe no se convierta en una absurda tradición. ¿Por qué éste y no otro? A veces me siento incompleto y perdido y me gustaría volver allí, pero mucho me temo lo que encontraría, o a no encontrarme nada. La satisfacción ya no es tan plena, nunca volverá a ser suficiente.

La calle principal, el centro, ¿nunca os habéis sentidos solos rodeados de gente? Aun más solitarios y vagabundos, aun más inferiores y retorcidos. ¿En qué nos diferenciamos unos de otros? Preguntas universales que niegan al ser humano como una unidad de su especie, es comprensible ya que hasta los más humildes y santos se creen mejores que otro, pero me pregunto la respuesta de éste desdichado e ignorante. A veces estas desigualdades son demasiado obvias, pero todos tenemos un fondo en las desocupadas tardes, lluviosas e indecisas de domingo, aunque yo también me crea superior.
Todo esta abarrotado de tiendas y bancos pero es un ciclo que cada vez nos cuesta más seguir. Podríamos no hacerlo, pero entonces los demás se percatarían. Burla, desprecio y cero comprensión. ¿Quién será el próximo en caer? Lo esperamos todos con ansia pero cada vez lo disfrutamos menos. Quizás saliendo de este círculo hostil sea suficiente pero es difícil saltar del tren sin que éste te arrastre.

Yo diría que tú también tienes sed y te invito a refrescarte con algo más que mis palabras pero… ¿dónde? Ese local esta muy vacío pero ese muy lleno, ¿cuál prefieres? No sabemos nada de ellos y sin embargo no es lo mismo que te sirvan el café en una taza de cerámica que de plata, todo el mundo sabe que tampoco sabe igual. En un lugar tan transitado como este resulta incómodo sentarse en la calle pero, en la terraza, el oro reluce bajo el sol. Es una pena que el barro que lo envuelve y protege haya que esconderlo. ¿Qué prefieres, la hospitalidad o la amabilidad fingida? ¿Lo impersonal o lo acogedor? Parece obvio pero todos sabemos que ya no lo es. La pena es que no sentimos cómo nos abofeteamos hasta que alguien de nuestro entorno se derriba, aun así, el tiempo cura las heridas pero no la estupidez y volvemos, reincidimos en lo enrevesado hasta que somos nosotros mismos los ajusticiados. No te preocupes y reserva mesa, que nosotros no comenzaremos por romper con estas absurdas convecciones sociales, nadie se rapa cuando se lleva la melena, ni se aleja del rebaño. En su subconsciente sí, no cabe duda, pero sobre él se han ido apoyando unas pesadas capas fundamentadas en plumas que nos hacen sentir bien, creo que una de ellas es la aceptación social, es importante, por supuesto, pero la sociedad en muchos casos es estúpida y no se da cuenta del buen café que hay en sus casas, o dentro de una cueva.

Es bueno verlo todo desde otra perspectiva, cogeremos un autobús. Es posible que te sorprenda pero, cuando eres tan pequeño, es todo muy hermoso. Tanto por comodidad y economía podríamos haber venido en coche, ¿por qué no nos ponen más fácil ser ecológicos? ¿Así conseguirán que hagamos lo que quieren? Los polos están demasiado lejos para que advirtamos su deshielo. ¿Habéis visto? ¿Qué es aquello? Vetusta relumbra con luz propia ante Apolo, toda ella excepto aquello. Una mancha gris que habría de ser verde al igual que el dinero que todo lo mueve, o tan azulísima y elegante como el escudo tras el que se esconde o se recrea pero aún así, no lo es, no puede. No parece triste porque ya es más que una anécdota la del pobre feliz y el rico insatisfecho, como lo es al revés. Es una pena que cuanto más tienes mas quieras, es una pena que no aprendas del que desprecias, es una pena que sea considerada una mancha y la mayor de las penas, que no sea suficiente.

Pequeños destellos de esperanza, cuadraditos de ilusión para el futuro. ¿Un parque es todo eso? Los niños son sus velas, ojala no fueran sólo lunas del reflejo de sus padres. El cambio tras ellos es brusco y algún día brusco será su destino. ¿Hacen falta diamantes para jugar? No, pero hacen el juego más divertido. En este entorno no se crea un sangre azul sino un mal criado. Es penoso que se oscurezca así el alma blanca de un infante, que se molde un corazón con el contorno de una moneda. Todos nacemos únicos pero pocos morimos así y de este modo nunca será, algo más que suficiente.

No quiero imaginar la extensión que podrían llegar a alcanzar mis divagaciones, no deseo seguir criticando los males de forma pesimista sin ser lo suficientemente generoso como para ofrecer soluciones, no me gustaría que criticasen a esta Vetusta por no seguir profundizando tanto en cada rincón pintoresco de las miles de Vetustas que existen, ni que la marginen por decir verdades a medias porque entonces me enfadaría y no podría parar de escribir, pido disculpas porque no tengo suficiente permiso de extensión ni las suficientes agallas ni presuntuosidad para presentar de manera cínica e hipócrita a cualquiera, algo que le falte indirectamente al respeto porque todo esto es culpa del ser humano. Es una conclusión absurda la que voy a dar ahora tras la terea de frustraciones que siento al salir de mi casa e incluso dentro, pero sigo vivo, y veo la luz, y no todo el mundo cumple estos perfiles, ¡no todo! O es lo que me repito al levantarme, o es lo que quiero esperar de mi, sea como sea, y me disculpo de nuevo por lo confuso que pueda llegar a ser este texto, saquen al menos una sola cosa en claro, ya que al menos para mí, siempre ha sido suficiente pensar, por muy simple que parezca el argumento, que todas las personas son buenas, hasta que demuestren lo contrario.

Muy Noble, Muy Leal, Benemérita, Invicta, Heroica y Buena Ciudad de Vetusta.




Con cariño de Quasimodo (seudónimo) y dedicado a todas las personas que han formado parte de mi vida y de mi Vetusta, y aunque odie decirlo así, todos aquellos que de alguna forma u otra han estado en "Amada`s World".